05 febrero 2016

Padre Rico, Padre Pobre

La importancia de tener inteligencia financiera

Padre Rico, Padre Pobre es un libro peculiar de cultura financiera escrito por Robert Kiyosaki, inversor de éxito y maestro de ricos, que se ha convertido en el libro de las finanzas personales número uno en el mundo. Según Robert, la razón principal por la que las personas luchan financieramente sin buenos resultados es porque han pasado años en los colegios, pero no aprendieron nada acerca del dinero. El resumen es que aprenden a trabajar por el dinero; pero nunca aprenden a tener dinero trabajando para ellos.

Robert nos dice que hay dos emociones principales que condicionan la vida financiera de la gente; que son la codicia y el miedo. Ambas se alimentan de la ignorancia, de la que no se puede salir si la gente deja de buscar información financiera y de cejar en el empeño de conocerse a sí misma.

Una idea central del libro es la diferencia que Robert establece entre lo que es un activo y un pasivo. Mucha gente los confunde y el autor los define llanamente diciendo que un activo es algo que pone dinero en mi bolsillo y un pasivo algo que lo saca de él. En palabras de Robert: "los ricos adquieren activos; los pobres y la clase media adquieren pasivos que ellos creen que son activos."

Otro concepto importante es que riqueza es la capacidad de vivir un número x de días a futuro sin tener que trabajar y midiendo cuántos días se puede sobrevivir.

Por todo ello hay que profundizar en la cultura financiera que Robert la resume en cuatro pilares básicos que son: conocimiento de contabilidad, de inversiones, de mercado (la oferta y la demanda), y de leyes fiscales, comerciales y económicas.

Robert dice que ganar es no tener miedo a perder y por eso mucha gente no triunfa económicamente porque su miedo a perder dinero es mayor que su anhelo de hacerse rico. Cada fracaso te fortalece y te hace más inteligente. La frase ¿qué puedo hacer para darme ese lujo? nos abre a un mundo de posibilidades, emociones capacitadoras y sueños.

Libro éste, de unas doscientas sesenta páginas, de lectura muy práctica y amena, que no os dejará indiferentes a ninguno de vosotros y que Robert lo subtitula con la pregunta: ¿qué les enseñan los ricos a sus hijos acerca del dinero, ¡que los pobres y la clase media no!?