26 enero 2013

Clase de esquí con profesor

Después de tres temporadas de esquí, me he dado cuenta de la importancia de aprender a esquiar con un profesor titulado.

Hoy ha sido un gran día de esquí, lleno de satisfacciones, aprendizaje y ejercicio físico. Decidí tomar una clase de esquí de dos horas en la estación de Masella. El traslado hasta los Pirineos sin ninguna novedad excepto que en esta ocasión me acompañaba mi padre que tenía curiosidad por ver mi correría en la nieve.

Pagué el precio de la clase en la Escola d´Esquí de Masella y me emplazaron a las 11:30 horas en el punto de encuentro nº 1 donde me reuniría con mi profesor. Éste apareció puntualmente y tras las primeras presentaciones empezó la clase. Por cierto, se llamaba Jordi Mora, es diplomado por la Real Federación Española de Deportes de Invierno, natural de Puigcerdà, y curiosamente conocía a un antiguo compañero mío de mili llamado Jordi Vera, que también es oriundo de la villa de la Cerdaña.

El profesor, muy profesionalmente, me transmitió que el esquí es sobre todo "hacer eses" para así cortar la línea de máxima pendiente y poder controlar al máximo nuestras evoluciones en la nieve. Me inculcó la importancia de la posición básica en diagonal y del viraje fundamental.

En la posición básica en diagonal es muy importante tener tobillos, rodillas y caderas semiflexionados. Y muchísimo más importante, tener brazos y manos separados y adelantados del cuerpo. Para esto último, aprieto abdominales, echo el cuerpo un poco para adelante y el conjunto rostro-cabeza lo mantengo al frente, no agachado.

Para realizar el viraje fundamental, abro el esquí del monte "un poquito" y el esquí del valle lo dejo tal cual. Cuando se desencadene el viraje y entremos en diagonal, recogemos el esquí contrario y lo ponemos en paralelo. Para desencadenar el viraje nos levantamos y después, durante toda la diagonal, bajamos el torso cargando más el esquí del valle.

Hay un truco para angular más en la diagonal y consiste en arrastrar los bastones teniendo en cuenta que arrastraremos con más fuerza el bastón del valle para así angular más el torso del cuerpo respecto al tren inferior. Es también importante que el torso o tren superior no "baile o se zarandee"; debe ir inmóvil y estático. Esquiamos con los pies y son las piernas las que angulan, flexionan y se estiran.

Por último, otro truco para no derrapar haciendo las sucesivas diagonales, es agacharse mucho más, cargar cantos mucho más.