28 noviembre 2012

El azúcar de un refresco

¿Sabes lo que haces cuando tiras de la anilla?
 
Me he informado de la cantidad de azúcar que tiene una lata de 330 mililitros de refresco azucarado; sí, de esos que tienen sabor a cola, naranja o limón, tan famosos en el mercado alimenticio español y que además suelen llevar gas incorporado en su composición, aunque también los hay que no lo añaden.
 
Hay algún estudio químico que nos revela que uno de los refrescos más populares de cola en nuestras tiendas, en su versión de bote de 33 centilitros, contiene unos 39 gramos de azúcar, o lo que es lo mismo, el equivalente a 10 terrones de azúcar, que si lo deseamos comparar en energía acumulada en nuestro organismo, son unas 150 kilocalorías.
 
Yo he calculado la energía ingerida con cada lata de 33 cl. de la marca Coca-Cola tomando el dato de que cada 100 ml de producto es el equivalente a 42 kcal. Por lo tanto con una simple regla de tres matemática tenemos que un bote de 33 cl. tiene exactamente la cantidad de 138,60 kcal, vaya, unas 140 kcal. redondeando el dato resultante.
 
Pero parece ser que estos datos calóricos no influyen demasiado en la gente que consume habitual y desmesuradamente este tipo de refrescos, si lo que tenemos en cuenta es lo poco saludable de la ingesta de este tipo de bebidas. Ahora bien, si el azúcar que ingerimos así como su equivalente en calorías lo expresamos en términos de tiempo de ejercicio físico necesario para eliminar el exceso de energía acumulada con su consumo, tenemos que algunos estudios dicen que es necesario una hora de carrera continua en una cinta de correr para llegar a quemarla.

Y este dato comparativo sí que puede influir para que los grandes bebedores asiduos de esta clase de refrescos que padecen sobrepeso o algún tipo de diabetes lo tengan en cuenta a la hora de moderar su consumo.


Fuentes: Además de mis propios cálculos,
"¿Cuánto azúcar hay en tu refresco?", del blog Vitónica;
 "Azúcar en los refrescos y aporte calórico", del blog Sano y Saludable;
"¿Cuánto ejercicio hay que hacer para quemar las calorías de un refresco?", de la revista Muy Interesante.
 

23 noviembre 2012

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente

¿Quién ha dicho que no se aprende nada en un gimnasio?

Esta mañana en el gimnasio, cuando me acababa de vestir para volver a casa, saludo a un señor que conozco de vista de los vestuarios y así le pregunto: "¿qué tal, a nadar un poco?" El hombre, de unos sesenta y tantos años de edad, y con un marcado acento del Cono Sur -argentino, chileno, uruguayo o paraguayo- me contesta: "sí, sí, hay que moverse, porque como dice mi madre, que es de allá de la parte de Galicia, camarón que se duerme se lo lleva la corriente." Ambos nos reímos y nos despedimos.
 
Aparte de la misma sabiduría que encierra dicha sentencia aforística, lo curioso del asunto es que momentos antes, cuando yo me estaba duchando, reflexionaba sobre el tipo de vida que nos ha tocado vivir, tan cambiante, tan incierta y que yo muchas veces, en un intento de entenderla y explicarla, toda vez que trato de adaptarme a ella de la mejor manera posible; había llegado a la conclusión metafórica de que la mejor manera de afrontar los cambios y vaivenes de estos tiempos es adoptar la actitud de un marino valiente que navegando en un mar proceloso no se amilana ante la tormenta y el fuerte viento; y por contra, coloca la palanca de potencia del motor en la posición de "a toda máquina" y determinadamente fija un rumbo conocido y hace todo lo que está en su saber para llevar el barco y su tripulación al puerto deseado.
 
Cómo decía el señor del vestuario, no hay que dormirse ni acomodarse; sino, se te lleva la corriente a destino incierto. Además, uniendo todo lo anterior y añadiéndolo a aquella frase que tan de moda está actualmente en sectores empresariales, políticos y comerciales; podríamos acabar diciendo que "hoy en día, el mayor riesgo que se puede tener, es precisamente el no asumir ningún riesgo."
 
Para que luego digan que en el gimnasio no se puede llegar a aprender nada profundo.