20 mayo 2010

Cosas y Casos cumple cinco años

Mi blog, Cosas y Casos, cumple cinco años de existencia en la blogosfera este mes de mayo

Me acuerdo de que nada más comprar mi ordenador portátil, tuve una necesidad imperiosa de comunicarme; de poder escribir y compartir mis vivencias, mis actos, mis reflexiones y mis pensamientos. Enseguida me puse manos a la obra, y fue un día, cuando en un momento de relajación en mi lugar de trabajo, cayó en mis manos una revista que hablaba del reciente fenómeno de los "blogs o bitácoras en línea". En la ilustración gráfica de dicho artículo, se veía al famoso Carlos Sobera que decía tener un blog y que la experiencia comunicativa que le proporcionaba, complementaba muy bien su quehacer periodístico y televisivo.

Han sido cinco años de continuo aprendizaje y ahora me siento muy bien con mi blog. Lejos quedan ya aquellos primeros posts titubeantes y que me servían de prueba. La construcción de Cosas y Casos ha sido como el moldeado de una escultura que se va puliendo con el tiempo; pero que no se acaba nunca, pues es de naturaleza dinámica, nunca terminada, y del que se aprende eternamente.

Después de varios diseños gráficos, diferentes cambios de plantilla, y mucha lectura sobre los blogs, la blogosfera, y la comunicación escrita; el resultado después de este magnífico lustro, ha sido una mejora sustancial de mi capacidad de comunicación, no solamente escrita sino también gráfica, hasta tal punto, que ha influído sobremanera en mi personalidad, haciéndola más abierta, más sincera, más inteligente, más flexible y tolerante. A día de hoy, cuando tengo que decir algo que pienso, lo digo clara y llanamente, sin tapujos, sin rodeos; pero con respeto y cariño hacia el receptor del mensaje. Lo mismo puedo decir para el caso que sea yo el que recibe el mensaje, el comentario, o la crítica.

A aquellos colegas de la blogosfera que he ido conociendo en este tiempo, decirles que sigan manteniendo activas sus bitácoras; y a aquellos que todavía no tienen la gran experiencia de comunicarse a través de ellas, les animo encarecidamente a que se abran un blog en cualquiera de las plataformas más conocidas como Blogger, Wordpress, o Movable Type, y que disfruten de poder compartir todo aquello en lo que estén interesados con una multitud de personas de todo el mundo. Pueden estar seguras de que no quedaran insatisfechas en el intento.

Cosas y Casos: gracias por estos cinco años; espero que sean muchos más.

13 mayo 2010

No al "tijeretazo salarial" a los funcionarios españoles

Los funcionarios no recuperarán el poder adquisitivo perdido en la vida

No al tijeretazo salarial del funcionariado español
Ayer el Gobierno español comunicó oficialmente el recorte salarial del 5% a los funcionarios españoles como medida paliativa urgente del galopante déficit público estatal. En un país en el que el lema "mal de muchos, consuelo de tontos" funciona a la perfección; dicha medida parece correctamente aplicada por un gobierno que en los últimos tiempos se ha dedicado a gastar y gastar para incentivar el consumo, pensando que así íbamos a salir de la crisis y que el déficit estatal del gobierno socialista se iba a ver reducido de la noche a la mañana, como por arte de magia.

Sin embargo, no ha sido así. Y claro, los que deben ahora pagar los platos rotos de la excelente política económica de nuestro gobierno, pues deben ser los humildes trabajadores y empleados públicos que, gracias a Dios mil veces, tienen, en estos tiempos de crisis, trabajo y no lo van a perder. No, si ya lo decía aquel funcionario veterano a punto de jubilarse: "chaval, has entrado a trabajar en un lugar donde siempre deberás estar eternamente agradecido".

Sí, en la Administración Pública, sea central, autonómica o municipal; siempre hay que estar agradecido. Si no te dan todo el material que pediste, hay que estar agradecido; si te congelan el sueldo cinco o más años, hay que estar agradecido; si ves que cada año y cada trienio que pasa, tu sueldo en vez de ir para adelante, va para atrás como la marcha de un cangrejo, nada, hay que estar siempre agradecidos.

Bueno, cómo decía el padre funcionario de aquel amigo mío de la infancia: "compañeros, en el sueldo siempre nos van a engañar. Ahora bien, en el trabajo, que nunca jamás nos engañen..."

Desde Cosas y Casos nos sumamos a todas las plataformas de redes sociales y a las diversas propuestas de sindicatos, que se posicionan en contra del "tijeretazo salarial del 5% a todos los funcionarios españoles". ¡No al recorte de los derechos económicos de los empleados públicos españoles!

Y lo peor de todo de esta cuestión, ¿sabéis qué es? que esos funcionarios jamás recuperarán ya su poder adquisitivo perdido. Después de varios lustros de endémica congelación salarial, y de aquí a dos o tres años, cuando la crisis se haya superado; el gobierno de turno en el poder, subirá los sueldos conforme a la irrisoria subida del I.P.C. con lo que esta merma de la capacidad adquisitiva del funcionariado español se lastrará de por vida indefectiblemente.

Diagonal: ¿boulevard, rambla o ninguna de las dos opciones?

A mí, personalmente, me da igual

Avenida Diagonal
Hace unos días se ha suscitado una leve polémica con el tema de la remodelación de la famosa avenida Diagonal de Barcelona. Está claro que dicha vía rápida de circulación por el Ensanche barcelonés ha quedado obsoleta y más que cumplir con la misión primigenia para la que fue diseñada, es decir, dar fluidez al tráfico rodado por el trazado urbano en forma de parrilla del Ensanche Cerdà; lo que hace es ser origen de monumentales atascos de tráfico que se inician en la famosa arteria barcelonesa, pero que se extienden a la totalidad del área metropolitana de Barcelona.

Ha nacido también recientemente una nueva iniciativa por parte del Ayuntamiento de Barcelona en la que se permite votar a todos aquellos barceloneses e inmigrantes empadronados en Barcelona mayores de 16 años y a los que se les da a elegir entre boulevard, rambla, o ninguna de las dos opciones anteriores.

En este enlace del diario "El Mundo.es de Barcelona" podréis ver claramente dos fotografías de las dos opciones mencionadas. Yo me decanto personalmente por la de configurar urbanísticamente la Diagonal como una rambla, ya que da más protagonismo al peatón y a los ciudadanos que quieran pasear por la avenida; humanizando mucho más dicha arteria urbana.

Sin embargo, no me afecta demasiado el resultado de dicho referéndum ciudadano, ya que hace muchos años que no transito por la Ciudad Condal y no sufro de sus atascos, prisas y humos...

¿Qué opción os parece a vosotros mejor para los barceloneses?

06 mayo 2010

¿Qué hacer con el compañero rácano?

Si es que hay alguna solución

vago perro rácano
¿Quién de vosotros no tiene un compañero o compañera en el trabajo que se comporta de manera discordante con el resto del grupo, que va totalmente a lo suyo, cómo si no se quisiera intregrar en el colectivo humano en el que se le ha asignado; o que, simplemente, pasa en cantidad del tema laboral y racanea todo lo que puede en su puesto de trabajo?

Son un tipo de personas a las que no acabo de entender. No sé si es que son vagas por naturaleza y hasta la médula; si es que no se encuentran a gusto con las personas que les ha tocado en suerte para compartir su vida laboral; o es que son tan raras que no se adaptan a nada.

Lo cierto es que con su actitud no hacen más que causar problemas a los demás, y complicarnos la vida un poquito, en esas horas que dedicamos al día a ganarnos la vida. No tienen el mínimo de empatía para ponerse en el lugar de sus compañeros; les da igual si los demás se rompen la espalda trabajando y colaborando. Ellos, siempre a lo suyo y a hacer lo mínimo indispensable. Es el rácano sin solución.

Si les dices lo que opinas de su conducta, se enfadan contigo; si no les dices nada, pues nada, ellos a lo suyo y a seguir vagueando y escaqueándose. ¿Y sabéis lo peor de todo de ellos? Pues que encima influyen en el resto de compañeros que sí que trabajan en grupo y colaboran, y los vuelven taimados y también rácanos. Claro, nadie quiere que se aprovechen de su trabajo ni mantener a parásitos.

Yo no sé qué hacer con un compañero así. ¿Y vosotros...?