23 octubre 2006

Rincones Extremeños.


Teatro Mérida
     Lo cierto es que no habría pensado en volver a tierra extremeña. Tan sólo en una ocasión, cuando aún era un jovenzuelo, me acerqué a la noble ciudad de Cáceres para visitar a un viejo compañero y amigo de milicia y sinceramente esa peculiar y extrema tierra me causó ya una muy buena impresión. Me acuerdo que el último día de mi estancia allí probé la fabulosa caldereta extremeña y eso tuvo mucho que ver en que siempre guardara en mis archivos memorísticos un sitio para recuerdo de "mangurrinos y belloteros".

     Pero mira por dónde, que mucho más tarde y alcanzada ya la edad madura, mi sino me llevó a converger muy felizmente y de forma vitalicia (o por lo menos eso espero...) con una mujer de orígenes íntegra y profundamente extremeños. Lo de íntegra, porque sus ascendientes, hasta donde alcanza el conocimiento de ellos, son todos de esa noble tierra. Y lo de profundamente, porque son originarios de una tierra que todavía conserva su tradición y su personalidad, ajena todavía a la globalización y a la uniformización de nuestros días que tienen su mayor exponente en nuestras grandes ciudades.

     Ya he vuelto a visitar esa tierra en algunas ocasiones; pero este verano fue especial. Sentí emociones que yacían polvorientas en los recovecos más oscuros de mi personalidad. Me volví a sentir español en el sentido más tradicional y castizo del término. Me olvidé del individualismo que invade nuestras vidas agitadas de ciudades como Barcelona y Madrid por no citar otras tantas más. Me quedé asombrado de la longevidad de algunos de sus habitantes que emanaban juventud en el brillo de sus pupilas y sobre todo una inmensa felicidad en la sencillez de sus vidas todavía tradicionales.

     Pude comprobar como todavía existe en España gente religiosa y fervorosa que acude periódicamente a misa. Vi que también hoy existen familias de apellidos nobles y de rancio abolengo que mantienen sus palacios y sus extensas propiedades rústicas. Vi que todavía hay gente que vive del campo y del ganado y que lo hace sin complejos y con toda la naturalidad del mundo.


Monasterio Guadalupe     Visité Mérida, la actual capital política de la Comunidad Autónoma de Extremadura y volví a recordar nuestros orígenes romanos que tanto han dejado en nuestra cultura y personalidad. Visitamos Guadalupe, principal centro mariano de Extremadura y enclavado en un privilegiado rincón de la provincia de Cáceres donde me sentí árabe y andalusí al deleitarme con la refinada arquitectura de trazos árabes de la fachada del Monasterio de Guadalupe. Y también en esta localidad me sentí íbero al asombrarme con las peculiares construcciones caseras de cientos de años en las que resaltan las ciclópeas columnas y vigas de madera que sobresalen de las fachadas de sus viviendas todas ellas adornadas con preciosos jardines de flores.

Rejoneador portugués     Por todo ello me sentí otra vez profundamente español y descubrí la emoción de la fiesta nacional por excelencia cuando asistí, con motivo de las fiestas de la localidad de Siruela, a varias jornadas de capeas y corridas de toros. Las banderas de nuestras tierras al aire, nuestra música a ritmo de pasodoble y la gente, toda ella, inmersa e involucrada en su fiesta y su tradición.
     Sí, es Extremadura una tierra profundamente española que ha dado a su historia pasajes de gloria y grandes aventuras encarnadas en personajes y conquistadores en tierra americana como Hernán Cortés y Pizarro por citar sucintamente nada más que a dos.

Plaza España de Siruela     Me gusta Siruela, me gusta Extremadura. Allí la gente te saluda y te habla sin conocerte; enseguida pareces como del pueblo. Me apasiona la sopa de tomate y la caldereta extremeña con esos trocitos de carne estofada que se deshacen cual blanda ambrosía en mi ansiosa boca. La lechuga sabe diferente, las verduras también y los tomates tienen otro aroma como también lo tiene el aceite y otros tantos productos de la tierra extremeña...



Ayuntamiento Siruela     Si queréis disfrutar de lo que todavía queda de la España profunda, venid a esta tierra. Visitad Siruela enclavado en la Siberia extremeña. Disfrutad de los grandes embalses del Cíjara, de García de Sola, de la Serena, del Zújar. Otead a lo lejos las omnipresentes dehesas extremeñas salpicadas de puercos y corderos, que buen jamón ibérico nos dan los unos y sabrosas calderetas nos proporcionan los otros. Venid en definitiva a Extremadura, tierra de cultura, historia, gastronomía y tradiciones si queréis sentiros tan bien como yo me sentí en el verano del dos mil seis cuando tuve mi estancia en la villa de Siruela y además visité algunos rincones extremeños.

13 agosto 2006

Barcelona, paseo al atardecer.


Los Dos en el espigón     Hay veces en las que uno no sabe qué hacer un domingo por la tarde. Y más un domingo de esos del mes de agosto en los que casi todo el mundo está de vacaciones y tú tienes dentro del cuerpo esa desazón tan peculiar porque tienes que ir a trabajar al día siguiente.

     La sobremesa la hicimos como siempre. Después de comer y de arreglarlo todo, nos echamos en el sofá y entramos en el sopor ese que te hace dormir aunque no quieras. Yo ya la había avisado de que aquel domingo iríamos a toda costa a dar una vuelta por Barcelona; pero ya se sabe lo que pasa cuando se cae en el sofá después de la comida... Así, los dos dormidos, ya veía abortada la salida aquella tarde hasta que en un esfuerzo casi sobrehumano azucé a mi compañera para que saliéramos a pasear por Barcelona y en concreto por el Port Olímpic.

La Torre Agbar     Después de arreglarnos, cogimos nuestro ya entrado en años vehículo particular y nos enfilamos por la autopista C-58 hacia la Ciudad Condal. El tráfico no era especialmente intenso pero tampoco tan liviano que hiciera ni siquiera pensar que estábamos en el mes escogido por excelencia por los españoles para disfrutar de sus vacaciones. Entrando en Barcelona los paneles indicativos de la autopista comunican que el acceso a la Ronda Litoral está cortado. En un principio pensamos que era un fastidio porque estamos acostumbrados a ir por ese camino cuando vamos al Port Olímpic; pero enseguida nos damos cuenta de que es una oportunidad para entrar por el camino de toda la vida a Barcelona desde el norte de la ciudad. Es decir, por la Avenida Meridiana. Hacía mucho tiempo que no íbamos por ahí. También están en obras por la construcción de los túneles del tren de alta velocidad, el "AVE"; aunque enseguida nos vamos acercando a la Plaza de las Glorias Catalanas, muy cambiada por cierto desde la construcción de la imponente y llamativa Torre Agbar. No quisimos pasarla de largo sin hacerle una foto.


Zona del Port Olímpic     Al llegar a la zona de la Villa Olímpica no se puede negar que lo más impresionante es la estampa poderosa de las dos torres, la Torre Mapfre y la Torre Arts. Conseguimos aparcar el coche en una calle cercana y comenzamos nuestro paseo por el Port Olímpic. Es muy bonita esta zona de la ciudad con sus barcos amarrados en el puerto y todo ello circundado de confluidos bares, restaurantes y locales musicales. Mi mujer y yo paseamos por el espigón y nos entretenemos con las vistas del mar, del paisaje urbano, de las gentes ociosas, de los barcos, de las gaviotas, etc. Ha sido una buena idea el pasear por aquí.


Montjuïc al fondo Las dos Torres al atardecer     El atardecer avisa de su llegada cuando el sol en su recorrido tropieza con la fachada de una de las dos torres y se provoca la sombra encima del Port Olímpic. Nosotros tampoco queríamos hacer mucho más que dar una vuelta y tomar una cerveza fresquita para despejarnos un poco y tomar el aire. Al caer el sol, se provoca un juego múltiple de sombras y tonalidades que hacen muy apetecible el practicar el arte de la fotografía. Así que saco mi cámara y tomo unas cuantas instantáneas de toda la zona. Cuando acabo no me satisfacen mucho pero cuando las vi en el ordenador, me parecieron bien bonitas y entonces me decidí a hacer este articulín.


El espigónVelero     No he querido hacer alarde de literatura ni tampoco de proselitismo turístico. Lo único que he querido es plasmar por escrito algo tan sencillo pero no por ello menos bello que la felicidad de un paseo con mi mujer por una de las zonas más bonitas de la ciudad donde nací.      Ya se sabe, el filósofo ha dicho en más de una ocasión que la felicidad, la verdadera, radica en ser conscientes de los sencillos buenos momentos y agradables cosas que nos pasan cada día. Sólo era un legítimo intento de ser feliz; esta tarde creo que lo he sido.

31 mayo 2006

El Código Da Vinci, dos reflexiones.


Portada del Código Da Vinci       He de deciros que me he leido el famoso libro y que también he visto la película del Código Da Vinci estrenada en la gran pantalla el pasado día diecinueve de mayo. Me han gustado tanto la versión literaria como la cinematográfica.

     Se ha levantado una gran polvareda en relación al que ya se le puede llamar "fenómeno Código Da Vinci". ¿Y por qué pienso esto? Pues, primero, porque este libro está consiguiendo unas cotas de venta insospechadas por muchas editoriales y, segundo, porque trata de un tema tan humano, pero no por ello menos desconocido, como el de la religión cristiana y católica.

     Lo que más me ha llamado la atención entorno a esta creación del escritor Dan Brown es la cantidad de detractores que le han salido por doquier; por un lado la Iglesia Católica con el Opus Dei como su principal baluarte y, por otro, un inmenso número de editoriales e intelectuales escritores que se han echado las manos a la cabeza ante el enorme éxito del libro y, ya veremos, el de la película... Y digo yo, ¿no será que los primeros ven amenazada su imagen y los pilares de sus organizaciones; y que los segundos se mueren de envidia ante tanto éxito por un libro que desde el punto de vista literario e intelectual deja, según mi opinión, mucho que desear?

     La verdad es que el libro en sí no hace acopio de riqueza literaria ni lingüística; ni siquiera en lo que se refiere al contenido se podría afirmar que es un libro serio ya que carece de elementales conocimientos históricos y religiosos. Pero entonces, ¿dónde leches radica su éxito? Pues creo que en una trama policíaca muy actual y muy bien urdida por su autor y tratando siempre como tema principal de su argumento una cuestión que levanta ampollas como es la figura humana de Cristo y su pretendida descendencia a lo largo de los siglos y todo ello envuelto insistentemente en un ambiente de misterio y simbolismo que no hace otra cosa que mantener viva la llama de su interés.

     A mí me gustaría, al margen de apreciaciones eruditas y entendidas, plantear ahora un par de reflexiones respecto al Código Da Vinci desde un punto de vista laico y de la lógica. Una de ellas, a favor y la otra, en contra.

     ¿Que el libro da por verdadero el hecho de que Jesucristo estuvo casado con una mujer con la que tuvo familia y que esta mujer es María Magdalena? Pues yo, desde lo que no sé e históricamente hablando, no tengo nada que decir en contra, pues es bien sabido que Jesús era judío y que como tal podría estar perfectamente casado ya que en el mundo judío antiguo estaba muy mal visto ser varón joven y no tener esposa. Esto explicaría la posterior "divinización" de la Iglesia estirpando las características humanas como lo son el que tuviera compañera sentimental y que después tuviera descendencia.

     ¿Que Dan Brown apuesta por una descendencia real -el Sang Real- que se ha perpetuado en secreto a lo largo de los siglos y que ha sido protegida por la organización del Priorato de Sión hasta nuestros días? Pues oye, la verdad es que me parece una patraña ya que sino observad y comprobad, aún sin saber nada de historia de la Iglesia, lo que os voy a decir. Si tenemos en cuenta que una persona tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos y así subsiguientemente; y si esta progresión la llevamos hasta los días de Cristo ¡allá por el año cero de nuestra era...! Pues imaginaros la cantidad exorbitante de familias y descendientes que tendría la pareja inicial de Jesús y María Magdalena. Esta reflexión es igualmente válida hacia el futuro con lo cual tenemos que un inidividuo es fruto de millones de ascendientes y a su vez da lugar a millones de descendientes. Por ello podríamos afirmar que todos tenemos sangre real y que todos llevamos un poquito de Jesucristo y María Magdalena en nuestra sangre genética. Del mismo modo que se puede afirmar que todos los seres humanos de este planeta son familia genética pues provienen de un grupo reducido de hombres y mujeres que salieron hace millones de años del Valle del Rift en el Africa Oriental a la conquista y exploración del orbe terráqueo.

     Y ya para finalizar -que no os quiero cansar con tanta diatriba-, os recomendaría que, por lo menos, vayáis a ver la película o leáis el libro del Código Da Vinci ya que os entretendrá y aunque no tengáis muchas inquietudes intelectuales, os hará pensar y reflexionar toda vez que os puede introducir, casi sin querer, en el fascinante mundo de la lectura.
     Ah, se me olvidaba. Y así podréis opinar al respecto con conocimiento de causa.

     -Por Andybel-

05 mayo 2006

Canarias, Canarias se llama...


El Teide majestuoso
     "Existe un lugar en España, donde el sol feliz siempre está. Lleno de lugares y playas exóticos, tú verás que bien aquí estarás..." Así empezaba un anuncio publicitario de los años setenta en el que se promocionaba el turismo de los peninsulares en las Islas Canarias.

     Aunque yo conocí estas islas forzosamente debido a un sorteo del servicio militar obligatorio allá por las postrimerías de los años ochenta; siempre que he podido me he acercado, voluntaria y muy gustosamente, a alguna de las dos islas más pobladas del archipiélago, Gran Canaria y Tenerife.

     Conocí primeramente Gran Canaria y el primer lugar que pisaron mis pies fue el aeropuerto de Gando. La primera sensación que me llevé fue doble; primero una sensación térmica de temperatura muy agradable sin ser abrasadora como a veces pasa en la península en verano, y segundo una visión del entorno plano y sin vegetación del aeropuerto que sinceramente me defraudó un poco debido a los estereotipos que yo llevaba desde la península acerca del paisaje tropical de playa y palmeras.

     Pero todo eso se desvanece cuando uno conoce realmente a fondo las Islas Afortunadas. Son siete islas principales de las que dos muy especialmente, Tenerife y Gran Canaria, me las he recorrido de "pe a pa". Las restantes ya sabéis que son La Gomera, La Palma y El Hierro que junto a Tenerife forman la provincia de Santa Cruz de Tenerife y por otro lado Fuerteventura y Lanzarote que junto a Gran Canaria forman la provincia de Las Palmas.

     Siempre que me he marchado de allí he sentido un sincero nudo en la garganta y a veces no me explico el porqué. Quizás por lo intenso de lo que viví allí en mi primera juventud, a lo mejor por lo exótico, único y hasta misterioso de estas islas que salieron del mar hace miles de años por la acción de varias chimeneas volcánicas que salieron del lecho marino del fondo del Oceáno Atlántico, no sé...

     Gran Canaria, por ejemplo, es un microcontinente en el que en menos de trescientos kilómetros de perímetro se alternan paisajes subtropicales como los del noreste de la isla, los más áridos del este, pasando por los desérticos de las dunas de Maspalomas -por cierto ecosistema en peligro de extinción-, los abruptos acantilados del noroeste jalonados de pueblos recónditos y de belleza sin par como Agaete, San Nicolás de Tolentino, Sardina, etc. etc., los paisajes quasi alpinos del macizo central montañoso con expresión principal en el Pico de las Nieves y por fin las suaves verdes laderas del norte de la isla allá por Arucas que a mí siempre me recordaban el norte de la España peninsular. Además no podemos dejar de mencionar que Gran Canaria alberga la ciudad más grande de todo el archipiélago -Las Palmas de Gran Canaria-, ciudad con unos trescientos setenta y ocho mil habitantes que es sin duda la séptima ciudad española por número de población.

     Tenerife, en cambio, es la isla más grande en extensión de todas ellas. Destaca, en esta isla, la omnipresente presencia majestuosa del Teide, a veces nevado, de tres mil setecientos dieciocho metros de altitud sobre el nivel del mar. Por la parte norte la isla es más pendiente que por el sur. En general esta isla es más verde que Gran Canaria debido sobre todo a que está ubicada "más adentro" del oceáno Atlántico. La capitalidad insular de la isla del Teide la ostenta Santa Cruz de Tenerife con unos doscientos veinticuatro mil habitantes fundada también como Las Palmas de Gran Canaria al noreste de la isla. Esta isla alberga ciudades como La Laguna -centro universitario isleño por antonomasía-, La Orotava, Puerto de la Cruz -esta ciudad para mí perfecta postal de la isla de Tenerife-, Icod de los Vinos y ya en el sur, centros turísticos como los de Playa de las Américas y Los Cristianos. Mencionar además que también posee dos aeropuertos: el de Tenerife-Norte o Los Rodeos y el de Tenerife-Sur o Reina Sofía.

     Podría escribir todo un libro de mis experiencias y peripecias en tierra canaria; pero hoy solamente quiero dejar constancia de este nostálgico y pequeño resumen de lo que es ese rincón de España que en mi corazón siempre estará y que siempre que me marcho de él me hace sentir un nudo en la garganta que me ahoga de emoción...

     "Canarias, Canarias se llama, ven a verlas cuando puedas, y disfruta de la tierra canaria, en España un trozo tropical..."

05 marzo 2006

Domingo Baturro

El Pilar y el EbroEn un intento de escapar de la monotonia de los meses de invierno, la familia "Viachán" decide pasar aquel domingo de la primera semana de febrero en la vetusta César Augusta.

Zaragoza va a ser el próximo destino turístico de nuestra familia viajera. Así, cuatro componentes de la familia, de los ocho o nueve que son en total, convienen en organizar una singladura a la capital del Ebro. Nuestros amigos son: Adrián, de sesenta y seis años de edad; Miriam, de sesenta y ocho y esposa del anterior; Pedro, de treinta y ocho e hijo de los dos anteriores; e Isabel, de treintaiún años y mujer de Pedro.

Quedan en empezar su excursión a las nueve de la mañana; aunque después acuerdan salir una hora antes ya que el trayecto a Zaragoza tarda unas tres horas en hacerse y todo para aprovechar al máximo el día. Así pues, quedan a las ocho en punto en la cafetería del área de servicio del Llobregat en la autopista AP-2. Llegan primero Isabel y Pedro en su coche; que mientras esperan toman un pequeño desayuno compuesto por bollería recién hecha, café y leche calientes. A los veinte minutos ven venir a Miriam y Adrián que, después de disculparse por el retraso, acuerdan con Isabel y Pedro que sería mejor y más económico el ir con un solo vehículo. Al fin van todos en el coche de Pedro.

Ya en ruta y a medida que se deja atrás la provincia de Barcelona; el paisaje se hace más agreste y con una vegetación menos densa pues vemos que nos vamos adentrando más y más en las comarcas de Lérida que si bien, histórica y culturalmente, tienen grandes lazos de identidad con el resto de Cataluña; en lo que se refiere a su geografía y actividades económicas, se parecen mucho más a sus vecinas tierras de Aragón. Del resto del recorrido solamente cabría mencionar, en primer lugar, el sabroso almuerzo que los Viachán deciden hacer bien adentrados ya en tierras leridanas; a las once menos veinte minutos se detienen para ello y las viandas de su yantar son algunos bocadillos de pan de mantequilla rellenos de jamón y otros embutidos, acompañado todo ello de un poco de vino tinto y unos refrescos. Y en segundo lugar, el paso por debajo del sencillo pero significativo arco del meridiano de Greenwich que nos indica muy a propósito la longitud geográfica 0º y que al traspasarlo vamos del Este al Oeste del globo terráqueo.

Llega un momento en el que el tráfico de vehículos se va haciendo más intenso; lo que nos hace ver que ya nos hallamos muy cerca de la capital maña. Efectivamente, pasados los desvios de los polígonos industriales de la Cogullada y de Malpica, se ve ya la gran masa urbana de edificios de la ciudad baturra que alberga en su seno unas 700.000 almas.
     Es entonces cuando Adrián se dirige a su hijo Pedro y le indica por dónde tiene que desviarse para adentrarse en el corazón de la ciudad.

-Adrián: "Pedro, desvíate ahora por la salida de la Avenida del Pilar y sigue todo recto hasta llegar al puente del Ebro y luego ya te iré indicando..."

En su mención al "puente del Ebro", Adrián se refiere en concreto al puente llamado de Santiago, de moderna construcción, y que antecede, según el curso del río, al puente Romano que como su nombre indica fue construido por los fundadores latinos de la Colonia Caesar Augusta. Pasado el puente, se dirigen por la avenida César Augusto hasta la Puerta del Carmen para cambiar de sentido ya que el aparcamiento subterráneo donde quieren dejar su coche queda en el lado izquierdo, según la marcha, de la avenida nombrada. Una vez en el interior del garaje, estacionan su automóvil en la plaza 171 del segundo nivel.

Ya en el exterior, los Viachán comprueban el gran fresco que hace a pesar de que ya son las doce del mediodía. Van paseando en dirección al Ebro por la Avenida César Augusto y van disfrutando de los bellos edificios que en esta calle principal se encuentran; ejemplos significativos son la fachada del Hotel Avenida y muy especialmente la estructura del Mercado Central que, según Eduardo, vigilante del garaje de las inmediaciones del mercado, tiene ciento cuatro años de antigüedad, su estructura se sustenta en columnas de fundición pintadas de color verde y está pendiente de remodelación para julio de este año ya que su planta sufre deformaciones debido a corrimientos subterráneos.
     Eduardo se pone algo "pesado" y Adrián y Pedro, que se habían entretenido a charlar con él, le dicen que han de continuar su recorido.

-Eduardo: "Yo controlo mucho este garaje pues últimamente andan por aquí dos que no paran de intentar hacérseme dos coches. Pero yo erre que erre detrás de ellos. Si van para una punta, yo ahí detrás; si van pa el lado del Pilar, yo pegaico a ellos como una lapa. Al final mi canso y aviso a la policía y vienen dos de paisano y les digo donde están y lo que hacen hasta que los detienen y se los llevan pa comisaría..."


-Pedro: "Tenemos que seguir que, si no, nos dan las uvas y no vemos nada de la ciudad."

     -Adrián: "Venga, señor. Gracias y hasta luego..."

     -Eduardo: "Hasta luego..."

César AugustoIsabel, Miriam, Adrián y Pedro continúan paseando por la antigua calle de las Murallas hasta que se detienen en la clásica estatua de César Augusto para hacer una fotografía de recuerdo. Están claros los orígenes fundacionales de Zaragoza por parte de los romanos que vinieron a llamarla "Colonia Caesar Augusta" y que como podéis observar, esta denominación derivó al castellano en Zaragoza.

-Isabel: "¿Os habéis dado cuenta de que hay muchas mujeres con abrigos de piel muy bonitos?"

-Miriam: "Sí, es verdad; las mañicas van muy arregladas..."

Ayuntamiento ZaragozaNuestros amigos siguen caminando hasta que llegan a la esperada Plaza del Pilar. Lo que, de momento, más les llama la atención es la imposibilidad de poder apreciar en su totalidad la belleza de todo el edificio pues éste está en restauración muy seguramente con motivo de la próxima celebración de la exposición universal de Zaragoza en el año 2008. La Plaza del Pilar desprende amplitud y grandeza en contraposición con las callejuelas que van a desembocar allí; que si bien son angostas, no por ello dejan entrever su grandeza por la historia y tradición que reflejan. Son las calles Salduba y Danzas entre otras y también la Plaza de César Augusto.

Vista río EbroPasada la sede de los juzgados, el grupo se dirige a la imponente vista del río Ebro, grande, ancho, caudaloso... Les sorprende, sobre todo, el color barroso del río y la belleza de los dos puentes que hay sobre él en ese tramo, a saber, el puente Romano y el de Santiago.

El PilarBien pasado el mediodía y después de haber sido testigos de esa bella postal, nuestros excursionistas se introducen en el templo del Pilar...

     -Pedro: "¿Habéis visto cuánta gente?"

     -Miriam: "En Zaragoza, la gente es muy devota."

Les sorprende la gran afluencia de personas de todas las edades y el ambiente tan social. En cuanto a la arquitectura no se pueden dejar de fijar en los grandes pilares casi cuadrados que sostienen los cimborrios de las cúpulas. Ya cerca de la imagen de Nuestra Señora del Pilar, conocida aquí como "La Pilarica", se agolpan los creyentes y devotos que le dedican sus plegarias y promesas. Los Viachán dan punto y final a su visita al templo dedicando unos cirios a la Virgen con sus correspondientes votos y también recibiendo la comunión todos ellos a excepción de Adrián.

     -Adrián: "¡Bah, yo no comulgo; a mí nunca me han gustado los curas...!"

     -Miriam: "¡Hereje, más que hereje! ¡Hay que ver este hombre, eh, lo hereje que es!"

GoyaAl salir del insigne templo, el cielo zaragozano se ha despejado totalmente aunque se mantiene el ambiente frío. Así, el cuarteto se adentra en el casco antiguo dirección a La Seo y a la Plaza de San Bruno no sin antes hacerse unas fotos con la estatua de Goya y la Maja que hay a unos metros del célebre pintor. Francisco de Goya y Lucientes, natural de la maña localidad de Fuendetodos, que plasmó en sus obras los revueltos momentos históricos que le tocaron vivir y que también supo resumir en alguna de sus máximas el verdadero espíritu del arte: "La fantasia abandonada de la razón produce monstruos, pero unida a ella es la madre de las artes."
     Ya en la Plaza de San Bruno pueden disfrutar del mercadillo de pinturas, antigüedades y objetos de recuerdo que hoy domingo allí se ha establecido y todo ello es aderezado con las melodías de Johan Sebastian Bach que dos músicos extranjeros están interpretando en uno de los soportales de la plaza al tañer suavemente su violín y su violón.

Los Viachán ahora no tienen prisa, están a gusto en Zaragoza; se entretienen y pasean lenta y plácidamente por las calles Palafox y Deán. Justo aquí se paran frente a la taberna-bar "Arco del Deán" y es que nuestros amigos ya tienen algo de apetito; pero este local es pequeño y está repleto de gente como suele suceder en Zaragoza a esas horas del mediodía. A propósito, el Deán era una alta dignidad en la villa barroca del siglo XVIII y en la jerarquía eclesiástica de la época ostentaba la jefatura del cabildo de la capital, inmediatamente después del Prelado de Zaragoza.

Siguiendo su deambular, siempre por los alrededores del edificio de La Seo, llegan a dar con el típico establecimiento llamado "El Maño" especializado en frutas de Aragón y objetos aragoneses de recuerdo. Compran, así pues, algunas postalicas de la Virgen del Pilar y tres o cuatro bolsas de "adoquines" que son caramelos muy ricos envueltos en papeles decorados con imágenes de la Virgen del Pilar y con una pareja de mañicos. La curiosidad de estos dulces es que en el interior del envoltorio llevan impresas algunas graciosas palabras relativas a la ciudad maña. Valga a modo de ejemplo la transcripción de las siguientes:

"En cuatro versos pilares
vivió Demetrio Galán:
España, Aragón, la Jota
y la Virgen del Pilar."

"Con la Jota grande de amor,
al Cielo subió a rondar
nuestro Jotero Mayor
a la Virgen del Pilar."

"Enemigo de casarse
era Francisco Quevedo
pero en que llegó a Cetina
a escape picó el anzuelo."

"Que Fuendetodos de Goya
le llamen por ser la cuna
donde nació, para el mundo,
el genio de la Pintura."

"Si quieres ser buena suegra
y de la nuera alabada,
ten la bolsa siempre abierta
y la boca bien cerrada."

"Cuando se muera mi suegra
que la entierren boca abajo,
por si acaso resucita
que se meta más abajo."

"La mujer que lleva pantalones
y fumar su marido la deja,
es un marido de oveja."

"Aunque me veas con otras
no tengas celos de mi,
todas me parecen feas
cuando me acuerdo de ti."

     -Pedro: "¡Tempus fugit, carpe diem, cómo dijeron los fundadores de esta bella ciudad! Ya son las tres y media de la tarde y todavía no hemos comido... Y es que no un día, sino mil años harían falta para conocer todos los rincones de la capital del Pilar..."

Así, con el tiempo que les falta, nuestros amigos se dirigen por la calle Jaime I a la Plaza España donde permanecen un rato en las inmediaciones de la Diputación Provincial observando su fachada. Ya por la calle del Coso deciden hacer un descanso en su exploración y es entonces cuando cogen de nuevo su vehículo para ir al descampado que hay justo enfrente del Club Helios, ya al otro lado del Río por el puente de Santiago. Allí hacen otra comida sencilla y disfrutan de la espléndida vista del Pilar con el Ebro a sus pies. A esa hora de la tarde, los reflejos en el agua le confieren una especial belleza y luminosidad a toda la "pintura" como si fuera un paisaje ideado por Goya.

La Seo
Y es en ese preciso momento cuando a Adrián se le pasa por la cabeza el proponer la última fase turística de la jornada:

     -Adrián: "Siempre he querido visitar La Seo. ¡Mira que he estado veces en Zaragoza; y por unas cosas u otras, nunca la he podido ver...! Es una de las cosas que no quiero dejar de hacer y hoy es la mejor ocasión."


Estando de acuerdo todos con la propuesta, van de nuevo en coche hasta la Catedral Metropolitana de la Seo del Salvador, más conocida popularmente y de forma sencilla como La Seo. Acceden por la puerta habilitada para las visitas turísticas llamada de San Bartolomé y una vez pagadas las cuatro entradas al recinto, se adentran en el espléndido edificio religioso. La primera impresión que les da es de lujo y la segunda de un gran estado de conservación y restauración.
El edificio está compuesto de dieciocho capillas dedicadas a diversos santos y vírgenes que sumadas a las cinco dependencias del Atrio de la Pabostría, el Coro, el Órgano, el Cimborrio y el Retablo Mayor, le dan al conjunto un aspecto soberbio. Nuestros amigos se enteran de que visitando La Seo merece la pena ver su exposición de tapices pero desgraciadamente no es posible ya que los domingos permanece cerrada al público. Las ventanas exteriores del edificio de La Seo, estratégicamente colocadas y diseñadas oportunamente, dejan pasar la justa luz zaragozana para que así nuestros visitantes puedan disfrutar de los elegantes colores negro, blanco y tierra que el suelo de noble mármol les ofrece.
     El edificio principal se inició en estilo románico en la segunda mitad del siglo XII, en tiempos del obispo Pedro Tarroja. Más tarde se continuó en estilo gótico y posteriormente a estas tendencias medievales se les unieron otras renacentistas y barrocas.

     -Isabel: "Me parece incluso más bonito y más lujoso el edificio de La Seo que el del Pilar y en cambio es mucho más famoso y popular el segundo que el primero."

Fachada del Pilar al atardecerSon las seis y pico de la tarde. Poco a poco va cediendo la luz del día a las sombras del invernal atardecer. Las dos parejas quieren reconfortarse tomando alguna bebida caliente y para ello entran en el restaurante "Las Palomas" ubicado en la confluencia de la Plaza del Pilar y la calle Don Jaime I. Nuestros viajantes han vuelto a entrar en calor y así ya piensan en la vuelta a Barcelona.


Y como todas las cosas de este mundo son finitas, también el viaje familiar acaba terminándose. Bien seguro que a los Viachán se les habrá hecho un poco pesado pues realizar seiscientos kilómetros en coche y estar todo un día de aquí para allá no es cosa liviana según le parece al cronista de este viaje; pero mereció la pena y con creces pudiendo ser cierto que Zaragoza es, sin duda, ciudad Cesárea y Augusta donde las haya.

¡Hasta pronto Zaragoza!

11 enero 2006

Excursión a la Mola


Monasterio de la Mola
     Son las nueve y cuarto de la mañana. Mi padre viene a buscarme en coche a mi localidad; hace bastante frio, unos cuatro grados centígrados. Salimos de la ciudad y emprendemos camino hacia la montaña de La Mola por el desvio del Cavall Bernat. Ascendemos por una urbanización de montaña hasta llegar al lugar donde aparcamos el coche no sin antes haberlo calzado bien, debido a la gran pendiente.

Rascacielos de roca adosados     El Sol empieza a acariciar la verde vegetación y en su incipiente ascenso forma grandes sombras mezcladas con intensos reflejos de luz. Empieza la caminata. Enseguida nos enfilamos al Camí dels Monjos y empezamos a notar en nuestras piernas la pendiente de este tramo inicial que sin duda es uno de los más duros del recorrido. No llevamos ni veinte minutos de excursión y ya podemos divisar las extraordinarias formaciones rocosas en forma de "rascacielos adosados unos a otros". Este paisaje se forma debido a la diferente dureza de la roca y la tierra que la envuelve añadiendo los siglos y siglos de desgaste producido por el agua en su versión líquida y sólida; esta última al desgajar literalmente secciones de roca cuando debido a las bajas temperaturas se hiela en el interior de las grietas de las formaciones rocosas y el líquido elemento las fractura internamente en su proceso de congelación al aumentar de volumen.

Montserrat     Seguimos subiendo, llevaremos una media hora de camino... El desnivel se hace considerable y ya empezamos a ver grandes vistas del entorno. No podemos dejar de hacer mención de la imponente vista al oeste de la montaña del macizo rocoso de Montserrat que efectivamente parece una gigantesca sierra de piedra colocada sobre una llanura que, si cabe, hace aún más grande su majestuosidad. La formación geológica de Montserrat es similar a la de La Mola aunque en el primer caso la tierra blanda desapareció hace mucho tiempo debido al efecto erosivo y la gran altura de las formaciones rocosas le dan ese aspecto majestuoso y misterioso.

Montículos rocosos     A lo largo del camino y entre grandes vaguadas sembradas de intensa vegetación, sobresalen grandes montículos rocosos aislados que le dan al paraje una belleza muy peculiar. Estas formaciones no están peladas del todo y nos recuerdan, al mostrarnos la vegetación que albergan, que todavia están en un proceso intermedio de erosión sobre todo si las comparamos con las de Montserrat.

     La vegetación de La Mola es mixta y es de naturaleza mediterránea con sus extensos bosques de pino y también densas agrupaciones de encinas y otros árboles.

Agujas de piedra     Ya no tenemos apenas frio a pesar de que la temperatura ambiente no debe superar los dos o tres grados. Seguimos subiendo y mirando abajo en dirección este podemos observar unas caprichosas agujas de roca jalonadas de islotes de vegetación. La primera sensación que me da esta vista es de un gran vértigo unido después a un agradable sentido de la grandeza de la naturaleza y de su inmensa belleza... Al seguir caminando y dejar atrás esas formaciones tan peculiares, descubrimos una cueva formada por la superposición de dos gigantescos bloques de roca. Tiene unos cuatro o cinco metros de altura y su profundidad horizontal debe ser de unos seis o siete metros. Mi padre en principio no quiere venir a verla pero después accede y se queda bastante sorprendido. Ambos, padre e hijo, comentamos que dicha formación nos serviría muy bien de refugio en caso de que el tiempo cambiara repentinamente y llegara a llover o nevar.

Camino empedrado     Llevaremos tres cuartos de hora caminando. Nos hemos parado en un par de ocasiones a descansar y la caminata se va haciendo cada vez más agradable ya que las pendientes son cada vez menos pronunciadas y los senderos se hacen más anchos y mejor empedrados. Nos sorprende en una zona de la montaña encarada al norte y muy sombria por ello, un pasadizo cubierto de densa vegetación que está perfectamente empedrado. Al parecer, este tipo de obras que salpican todo el recorrido fueron realizadas por los monjes que regentaron el monasterio. Al no tener otro tipo de locomoción, la mejor manera de hacer más llevadero el ascenso era pavimentar de piedra los numerosos caminos que llevan a la cima. También nos llama mucho la atención en este tramo del viaje el hallazgo de un portal de Belén construido debajo de la protección de una roca plana, semivolcada. Debajo del lecho de musgo donde se asienta la escena del nacimiento del Señor, hay un interruptor de luz. Yo, curioso, lo pulso y con gran asombro compruebo que funciona y entonces una regata de pequeñas bombillas se encienden mezclando así la belleza de la naturaleza y la de la técnica humana. Mi padre y yo comentamos la originalidad y la forma de construir este Belén en plena montaña de La Mola.

Cerca del Monasterio     A esta altura de la montaña y en varios giros de los incontables senderos que ya hemos dejado atrás, podemos ver más y más cerca el monasterio que corona nuestra montaña. Sí, nuestra montaña, porque después de algo más de una hora de marcha ya nos sentimos perfectamente integrados en ella y en la Naturaleza que invade todo nuestro ser. Siento que mis fosas nasales están perfectamente despejadas y puedo ahora respirar con una intensidad inusual que a la vez me hace sentir los variopintos aromas y olores de la vegetación de la montaña, de su tierra y de su aire... Ya no nos sentimos abrumados por toda la masa montañosa que al inicio del viaje nos hacía recordar que no somos nada separados de la Naturaleza y que debemos olvidar el precepto renacentista de que el hombre es el centro de todo el Universo. Ahora nos sentimos como jinetes encima de sus caballos en perfecta armonia y formando una sola formación. La montaña nos ha absorbido y formamos parte de ella.

Campanario     Por fin, los dos pisamos el trecho de camino de piedra y cemento que ya nos sube hasta la pequeña planicie del monasterio. Son unos trescientos metros que ya no nos parecen casi nada después de la hora y media de singladura. Andamos ansiosos por alcanzar la esperada meta no sin antes otear hacia el norte y a lo lejos la espléndida postal de montañas nevadas que nos ofrece en esta época del año el Prepirineo catalán. ¡Ya está, llegamos!; nuestra cota es de unos 1100 metros de altitud. Nos paramos un instante para dar un golpe de vista de trescientos sesenta grados: al sur, Collserola y los destellos del mar Mediterráneo como si fuera un mar de espejos; al norte, el ya mencionado Prepirineo; al este, la vista imponente del Montseny; y al oeste el también mencionado, varias veces, espectáculo de Montserrat.

     Hemos conseguido nuestro propósito y nos introducimos en el bar-restaurante del monasterio para realizar un merecido almuerzo. Un par de bocadillos, algunos frutos secos, un café y una infusión ponen fin a nuestro ascenso. Nos sentimos satisfechos; aunque aún nos queda otra hora y pico de descenso. Este viaje se ha acabado pero muchos más esperan para que sigamos disfrutando de nuestra Naturaleza y de nuestros paisajes aquí y allá por todo este mágnifico planeta Tierra que se nos ha regalado. Gracias.

02 enero 2006

Oda al Turno III


Darth Vader en acción
    A esos singulares componentes del turno tercero. Sí, a esos jóvenes esforzados que siempre están y estarán dispuestos a servir al ciudadano y a sus propios compañeros; aunque ni el primero ni los segundos no siempre les reconozcan su labor y disposición como debieran.

    Para que no quede en saco roto su especial dedicación y sacrificio y para que aquél que pudiera leer y entender estas palabras en forma de oda, sepa a qué se dedican esos jóvenes -mujeres y hombres entre ellos- y cómo es en realidad su quehacer cotidiano.

    Y para ello se podría empezar diciendo, primeramente, lo duro y a veces penoso de su horario laboral. Sí, me refiero al famoso "turno americano" que no sé por qué se le llama así cuando en realidad se le debería llamar el turno de "al matadero el marrano".

    Efectivamente, así se sienten esos muchachos y chicas porque después de un ciclo completo de tarde, mañana y noche quedan como muertos, como un trapo, como el orillo de un vendo... Y si no, preguntadles, hablad con ellos y escuchadles; veréis lo que os dicen y cómo se sienten...

Centro de trabajo    Y que decir, que decir tiene, de esas largas horas de patrulla de dia y de noche, con frio y calor, y a veces también pasadas por agua... ¡Ay, ay de esas largas rondas de búsqueda al encuentro del malhechor, del conculcador, del reclamado judicial...! Esas a veces tediosas vueltas de patrullaje intenso que finalizan en estresantes e intensas intervenciones que encima os hacen, ¡oh compañeros!, salir tarde.

Oficina del Turno III    Esto en lo que se refiere a los patrulleros. Pero, ¡ay de mí! ¡ay de mí, si os hablo de la dichosa oficina de denuncias! ¡Cuánto aguante, qué sufrimiento, menuda paciencia y vaya tolerancia! El que haya prestado servicio algún tiempo en ese "agujero" sabrá que cuando vienen mal dadas la guardia se puede convertir en una mística experiencia y yo diría que se tiene casi ganado el Cielo...

    Estoy hablando de los integrantes del turno tercero: Sí, del Dar Vader y el Costumbres, del Bético y el Bellotero, de la Rubia y el Power Ranger, del Cordobita y el Mc Giver, del Práctico de turno -ahora tenemos a un charro- y sin olvidarme, por supuesto, del desaparecido aunque muy recordado Antoñito.

    Turno este, grande y peculiar, a veces controvertido por sus lios y movidas; otras, denostado y criticado con o sin razón aunque la mayoria de "compañeros" de la comisaria no lo conozcan ni se preocupen por conocer a sus miembros personalmente. Turno único del que al fin y al cabo nadie quiere irse porque verdaderamente somos una piña y nos apreciamos y estimamos.

    En este año que acaba y para que afrontéis mejor el que ya entra, os quiero dedicar esta alabanza y loa para que sigáis siendo así como sóis, verdaderos, auténticos, sinceros, sin doblez, humanos y comunicativos, justos ya que tratáis de enjuiciar a todos vuestros compañeros por el mismo rasero. Gracias a todos por esas virtudes de las que muchos carecen...

    Sóis en definitiva realmente humanos, con vuestras virtudes y defectos, iras y debilidades, miedos e inseguridades, ociosos a veces, trabajadores y esforzados la mayoria de ocasiones. A veces hacéis ostentación de puntualidad y seriedad, otras no tanto pero como ya he dicho, siempre verdaderamente humanos y lo que es más importante aún, siempre sóis vosotros mismos. Sí, en vosotros no hay hipocresia ni doble trato.

Darth Vader en primer plano    Gracias por vuestra comprensión, sobre todo cuando me dan esos "ataques de asma" en el caos desorganizado de mis desquiciantes jornadas de trabajo. Vuestra empatia al poneros en mi lugar es mi mejor máscara de oxígeno para que así no me convierta, cuál Mister Jekill y Mister Hyde, al lado oscuro y me ponga tan negro y tan feo con esa máscara y esa espada láser.

    Me sabréis perdonar. No lo hago con maldad. Lo que me pasa es que estoy sediento de reconocimiento porque soy humano y persona. Sabéis de qué hablo. No soporto el doble rasero ni el doble trato. ¿Por qué con algunos tanta delicadeza, comprensión y buen rollo; y con nosotros, tanta parquedad, indiferencia, esquivez y aspereza?

    Me voy, me despido. En este corto lapso de tranquilidad que he tenido, os he querido hacer este homenaje escrito para que, igual que cualquier grafismo o letra impresa, vosotros, lo que sóis y vuestras acciones permanezcan para siempre en la inmensa eternidad.

    Espero que os agrade y os pido disculpas si a alguna o a alguno de vosotros no le nombro como a él le gustaría; son exigencias del guión de esta mi, mejor dicho, esta vuestra publicación y con la sana última intención de agradaros y haceros sonreir.

Feliz Navidad a todos    Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo a todos los integrantes del Turno III y que la alegria resplandeciente de este año que acaba, ilumine el sendero de vuestras futuras intervenciones en este inminente año dos mil seis que ya entra, calentito como la barra de pan recién salida del horno.
¡Gracias Chavales!

Ah, ¡Y que la Fuerza os acompañe...!